Diferentes maneras que podremos obtener financiación para nuestro proyecto de empresa:
1- Los distintos recursos de financiación:
- Los ahorros: un emprendedor que necesita dinero para invertir debe empezar por mirar en sus propios recursos personales. Si no confía en su idea, como van a confiar los demás.
- Family, Friends and Fools (familia, amigos y tontos): los que mejor le conocen y alguna persona muy confiable pueden aportarle una buena parte del dinero necesario.
- Crowdfunding: Internet le permite financiar su proyecto gracias a un gran número de pequeñas aportaciones en las plataformas especializadas.
- Crédito bancario: no hay mucha disponibilidad de crédito, pero los bancos siguen prestando a los proyectos prometedores. Además puede contar con las líneas ICO.
- Capital Riesgo: los llamados Business Angels y las empresas de capital riesgo han sido mucho menos afectados por la crisis que los bancos, son un buen recurso para proyectos sólidos y muy profesionales.
2- Empezar cuando ya se tiene un cliente:
¿Para qué ponerse a gastar dinero en alquileres, herramientas, sueldos y servicios cuando todavía no ha conseguido un cliente? Si tiene claro su proyecto y preparado su plan de empresa, puede ir buscando clientes antes de montar formalmente la empresa. De esta forma, podrá usar sus primeras ventas para asumir parte de la inversión inicial.
3- Buscar soluciones alternativas a la inversión:
Alquilar puede salir más caro que comprar, pero tiene una gran ventaja: no tiene que invertir y no necesita financiación: va pagando mes a mes mientras está usando el objeto del alquiler. Si las cosas van mal, o si ya no necesita esta herramienta, deja de alquilarla y deja de tener un gasto.
Lo que parece obvio para un local (pocos negocios nuevos empiezan gastándose 300.000€ para comprar un activo inmobiliario), debería también ser considerado para cualquier inversión de valor significativo (herramientas, tecnología, muebles, elementos de transporte). Evidentemente, hay que asegurarse en cada caso que el alquiler es una opción viable, que los precios son aceptables y los compromisos de duración de contrato no nos atan para más de lo deseable.
Aunque paguemos más que lo que estaríamos amortizando y pagando de intereses, tiene la inmensa ventaja de permitirnos probar nuestro concepto. Si funciona, con resultados comprobados nos será mucho más fácil conseguir la financiación que nos permitirá comprar y dejar los alquileres.
4- Cobrar todo al contado:
Evidentemente, si necesitamos financiación para nuestro proyecto, dejar un plazo de pago a nuestros clientes nos obliga a pedir más dinero para financiar a los demás. Eso sin contar el riesgo de impagados. Por eso es muy aconsejable trabajar al contado, aunque en algunos sectores no es tan fácil. Recordemos que solo hay una cosa peor que no tener cliente, y es trabajar y facturar para luego no cobrar.
5- Buscar alternativas más baratas:
Empezando, se tiene la tentación de comprar solo materiales y herramientas nuevas, sin embargo en muchos casos existen equipos de segunda mano, mucho más baratos y que nos pueden servir perfectamente. Por ejemplo, si vamos a montar un restaurante, puede que por imagen queramos comprar muebles nuevos (mesas, sillas, etc), pero dentro de la cocina podríamos instalar los equipos de otro restaurante en buen estado pero de segunda mano. En época de crisis y desgraciadamente con muchas quiebras en todos los sectores, hay oportunidades que aprovechar.
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